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Especial de Impulso

Las jícaras del espumoso tejate fueron servidas; iban de un lugar a otro, de boca en boca, de padres a hijos y entre esposos.

Es así como las familias oaxaqueñas comparten la deliciosa bebida tradicional originaria de los pueblos zapotecas durante la Feria del Tejate que se realiza desde el 2008 en el área de West Los Ángeles, lugar de residencia de oaxaqueños provenientes de los Valles Centrales, en especial de Tlacolula.

Los organizadores de este importante evento, después de la Guelaguetza, son los integrantes del Grupo Folklórico Guish-Bac, bajo la dirección de Natividad Santiago y Gabriel Gómez, con el propósito de preservar sus tradiciones y gastronomía zapoteca.

Durante el evento cultural-gastronómico, se realiza el concurso de la “Mejor Tejatera del Año” que es elegida por un jurado calificador que realiza un recorrido por todos los puestos de las participantes. Las tejateras deben explicar los ingredientes que utilizaron y su toque personal para la elaboración de la considerada “Bebida de los Dioses”.

Los ingredientes básicos para la sagrada bebida vigorizante y nutritiva, de acuerdo a las propias tejateras, son: maíz, cacao, flor de cacao, pisle, cacahuate, cocoyul y en algunos casos nuez y el toque particular de cada una de ellas.

El último año que se efectuó la XII Feria del Tejate en el Parque Stoner de West Los Ángeles fue el domingo 01 de septiembre de 2019, con la participación de al menos 11 tejateras.

Bajo un sol abrasador, propicio para consumir más de una jícara de la bebida refrescante, la fiesta arrancó después del mediodía con la tradicional calenda encabezada por los mayordomos, que ese año fueron Florencio y Mayra Hernández de la comunidad de San Bartolomé Quialana.

También participaron en la calenda, invitados de honor, el concejal del onceavo distrito Mike Bonni y otros políticos oaxaqueños visitantes.

Luego prosigue el ritual de la Mayordomía de Tlacolula, una representación en la que se aclara que ser mayordomo es un gran compromiso porque se contraen deudas que serán pagadas en el transcurso de los años.

Al término de la bendición del tejate, frente al pequeño altar, instalado en el estrado principal, en honor al Señor de Tlacolula, la banda filarmónica Maqueo’s Music interpreta el Jarabe del Valle, momento propicio para que la gente se levantara de sus asientos y participe. Es el momento cumbre con que se inicia la participación comunitaria.

Después siguen otros bailes tradicionales ejecutados por los grupos folclóricos participantes: El ballet folklórico Nueva Antequera, Princesa Donají, Grupo Sueños y Esperanza, Tierra Blanca Art Center,
entre otros.

Entre los miles de asistentes, se encuentran familias oaxaqueñas que llegan de todo el Sur y Norte de California.

Una de ellas fue la familia de Rafaela Hernández y Remigio Santiago, ellos llegaron con sus hijos Héctor, Brandon y Secia para disfrutar de la fiesta oaxaqueña.

La familia dijo que su intención era tomar más de dos jícaras de tejate, cada uno, y también llevar otros vasos para su demás familia radicada en Santa Ana, California.

 

Rafaela afirmó que le gusta el tejate tradicional. “El que sabe a maíz, porque nos recuerda algo de nuestras raíces culturales”.

“Me gusta todo: la comida, los tamales oaxaqueños, el taco de la abuela, el pan dulce y los dulces regionales”, comentó, la originaria de la Sierra Norte de Oaxaca.

“El tejate de coco o de cacao, no debe ser ni dulce ni simple. Así debe ser”, comentó Arturo Sernas originario de Tlacolula.

Para él inmigrante la mejor tejatera es su paisana de Tlacolula, Doña Licha, quien es la que lleva la mayor cantidad de premios granados, pero la última ganadora del primer lugar fue Glafira Hernández, seguida por María de la Cruz López con el segundo y Dalila Sánchez con el tercero.