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Por José Rojas y Kenia Arévalo

La historia de Israel Martínez, un artista oaxaqueño que a través de la pintura contribuye a la representación de su comunidad. Aquí les contaremos la historia.

Israel Martínez es un joven de origen oaxaqueño que emigró a los Estados Unidos a la edad de 14 años y que a pesar de todos los obstáculos que se le presentaron en su camino, él no se dio por vencido y luchó por su mayor sueño, que es pintar, y que ahora a través de la pintura está haciendo un impacto en la comunidad.

Israel llegó a Los Ángeles en 1992 del Valle de Oaxaca del pueblo de San Lucas Quiaviní desde pequeño le gustaba el arte y con el tiempo fue evolucionando. Al llegar aquí, al igual que muchos jóvenes inmigrantes, el mayor obstáculo para Israel fue el idioma. El hecho de que en su juventud Israel era muy tímido fue lo que le hizo más difícil para aprender inglés. Después de graduarse de la preparatoria, Israel no estaba seguro de lo que iba a hacer con su vida. Aunque siempre el arte fue algo que le llamó mucho la atención, él no estaba seguro de que pudiera hacerlo. Pero conoció a alguien que lo motivó a seguir su sueño.

“Yo siempre había querido hacer arte, algo que estuviera relacionado, pero el hecho de que no conocía a nadie era nada más algo que deseaba hacer pues, pero no sabía ni a dónde ir, a quién acudir, buscar información y todo eso”, cuenta Israel, “Mi maestro del arte comercial, él siempre me apoyó mucho porque él fue el que miró el potencial que tenía”.

Un profesional de arte fue invitado a la clase de Israel a ensenarle a los chicos sobre arte. Cuando el profesional de arte dibujo una mujer en vivo fue donde capturo toda la atención de Israel. Aunque era muy tímido, Israel dice que tomo valor para poder preguntarle cuando ya todos se habían ido de la clase sobre la escuela de cual él trabajaba. Israel aprendió que no debía tener folletos o ir largo para poder empezar sus sueños de crear arte.

Después de la preparatoria, Israel se inscribió al colegio comunitario de Santa Mónica en California. Y aunque él sabía que ahí iba a recibir una buena educación, su corazón le indicaba otra cosa. Al llegar a la escuela de arte, fue una de las cosas más importantes para Israel, ya que nunca había visto algo así. Un lugar que unificaba a tantos artistas y hermosas pinturas. Al salir de ese edificio, Israel quedó anonadado.

Cuando Israel visitó la escuela para aprender más del programa de arte fue impresionado al ver la galería de arte en la entrada y todos los dibujos que estaban en la pared como bocetos, retratos, figuras más extensas, pinturas, paisajes y mucho más supo que el quería estudiar en esta escuela.

Después de, quizá, saber muy poco sobre arte, ahora Israel es profesor en unos de los institutos de arte más importantes de la nación, en Otis College of Art and Design. Donde implementa la seguridad a sus alumnos para hacer que ellos también puedan seguir sus sueños.

“Ahorita con mis estudiantes decirles que para hacer arte no requieres de ir en grandes instituciones”, cuenta Israel que la clave es conocer a alguien que lo hace bien y que te enseñe a hacerlo y absorber lo más que puedas de esa persona, “Y después, seguir con otro y aprender lo más que puedas de una persona y después ya eso te da confianza, ya empiezas a ver la cosa, y llegas a un cierto nivel de que tú te puedes enseñar tú solo.”

A pesar de estar lejos de su querida Oaxaca, Israel siempre trata de llevar su cultura a través de sus pinturas: combinando la cultura oaxaqueña y lo sensual. Israel trabajaba en una cocina cerrada con algunos familiares de Oaxaca que tenían música de la Guelaguetza y fue cuando se inspiró a dibujar a su bello Oaxaca.

“Voy a hacer a usarlo y voy a reflejar lo que es Oaxaca, porque pues ya lo extraño y tenía años que no voy y quiero de una forma expresar lo que siento”, de un tradicional baile de Oaxaca llamado Flor de Piña Israel tomo inspiración para comenzar a hacer arte de Oaxaca, “yo lo visualicé y dije: ‘ah, voy a dibujar a una muchacha con una piña’”.

Ya que Israel no tenía referencia y se le hacía difícil viajar a Oaxaca el grupo de danza aquí en Los Ángeles, de Miriam López, La Nueva Antequera, le prestaron sus trajes para poder visualizar el arte. Ahora Israel maneja dos temas: cultural, de Oaxaca especialmente, bailable y también lo sensual.

A pesar de que Oaxaca está compuesta de 8 regiones, a él le apasiona pintar todo lo que tenga que ver con la región de la Costa y la región del Istmo. En especial, plasmar los misterios que guardan, celosamente, los rostros de los abuelos de estos lugares y su cultura. Con fotografías de amigos de Oaxaca, Israel utiliza las fotos o contracta fotógrafos para poder usar sus fotos para crear sus obras.

“En Oaxaca hay toda la inspiración.”

-Israel Martínez

“En Oaxaca hay bastante arte, bastante cultura, puedes vivir tres vidas y no vas a acabar de pintar todo lo que hay allá, toda la inspiración pues, lo que me gusta”, Israel cuenta muy apasionado.

Israel prefiere dibujar los rostros de las personas mayores porque entiende la historia y el misterio que capta en el rostro. Al combinar la cultura con la sensualidad, Israel siempre trata de presentar la cultura Oaxaqueña de una manera única y elegante.

Israel trata de inspirar a otros jóvenes que al igual que él les apasiona el arte, pero que tal vez no tienen esa información o apoyo necesario para que ellos realicen sus sueños. A través de las clases de arte que él imparte, les da a sus alumnos las herramientas necesarias para que ellos emprendan su destino en el misterioso camino del arte.